Una pintura de Can Viés cobra vida |
No hay la fibra moral en nostre barri para defender la
democracia. Lo que es decir, no somos
nada diferentes al mundo occidental entero.
Después de las torres gemelas, esperaba que el mundo
occidental recupere la fibra moral que venció a Hitler, pero sólo un par de
años después, se puso de manifiesto meridianamente de su quiebra moral.
El ejemplo emblemático es Guantánamo. En una guerra contra-terrorista, hay
prisioneros de guerra terroristas, hasta que termine la guerra. Siempre ha sido así la guerra. Se capture el enemigo y se retiene hasta que
terminen las hostilidades. Pero el mundo
occidental sufre de una locura e imbecilidad moral tan abrumador, que por lo
menos la mitad de la sociedad occidental presta su apoyo a la propaganda negra
a favor de nuestro enemigo – el peor enemigo desde los Nazi - que Guantánamo es el ‘delito
del siglo’ contra los derechos humanos y todo concepto de ley. Sabe en su fuero interno que es basura, y no
quiere que gane Al Qa’eda, pero ni quiere que los valores occidentales triunfan. Los valores Occidentales se radican en una
realidad que no le gusta; que todos somos criaturas caídas y tenemos que
superar el mal tanto en nosotros como en el mundo. La vida tiene un propósito moral, y hay algo
más grande que nosotros y nuestros deseos.
El primer acto del Presidente Obama en 2008 era firmar un
orden ejecutivo para cerrar Guantánamo.
Seis años luego y todavía no se ha cumplido, y no se va a cumplir. Postura en todo momento.
Trece años después de 9-11, el fruto de posturas así es que
el Talibán es al borde del triunfo en Afganistán y el ISIS es sobre la marcha
en Irak e Siria, pisoteándose sobre nuestro desplomo moral a carcajadas.
Entonces, no, no me sorprende que en nostre barri no hay los
principios para defender la democracia contra los violentos de Can Viés. Habría sido genial si encendamos un destello
de luz entre la oscuridad que avecina sobre la civilización occidental, pero en
todo momento era muy poco probable, especialmente cuando la peor persona
posible en nostre barri, un bobo inglés con un Español execrable, lo intenta. Temo que, aun con la mejor persona, nadie
conteste la llamada. El futuro es como
la “firmeza” del Sr Alcalde; primero se desmorone, luego se derrumbe.